Hyères

El jardín de la Costa Azul entre el cielo y el mar


El viaje a la Costa Azul francesa no puede considerarse completo si no se conoce Hyères. Es una ciudad situada entre Marsella y Saint-Tropez que derrocha encanto. Sólo hay que ver cómo la describía Diaane de Vichy desde su residencia: “Debajo de mi ventana, empiezan los jardines de Hyères, que sería mucho mejor llamarlos, un bosque de naranjos, de granadinos y de limoneros: la vista se termina en el mar. No es posible concebir una vista más bella y agradable”. No exageraba la dama. Hyères se encuentra rodeada de jardines y parques. No en vano, a la ciudad se la conoce como “El Jardín de la Costa Azul”. En esos espacios se pueden descubrir algunas plantas exóticas bien adaptadas gracias al clima suave de la zona que se disfruta la mayor parte del año.

Si tuviera que describir la ciudad con algunos adjetivos no dudaría en calificarla de atractiva, romántica, paseable, tranquila y monumental. Y con todo un entorno para disfrutar de casi todo.  Cuando mejor se percibe la riqueza de  esta pequeña/gran ciudad es cuando esas ráfagas potentes de luz del sol mediterránea penetra en sus calles, jardines y  rincones. Pero su cielo y su luz no sólo irradian en su medio urbano, sino en todo su antiguo patrimonio arquitectónico de indudable interés. Descubrirlo eleva la autoestima, la cultura y la salud.

Una ciudadela perfecta

Pero si hay algo que ningún viajero puede perderse de Hyères es una visita a su casco antiguo. Su Ciudadela o Fortaleza, que data del siglo XI, si no es perfecta, lo parece. Claudine Deberdt, nuestra guía, nos llama la atención para que detengamos nuestra mirada en la prácticamente infranqueable (para aquella época) la doble puerta de una de sus entradas. Con unos muros de más de un metro de grosor protegían a sus habitantes de los invasores. Es necesario acceder a esta ciudad medieval a paso lento, para curiosearla y saborearla  con objeto de no perderse detalle.

Toda la Ciudadela se encuentra muy bien conservada. Contemplar sus viejas edificaciones, entre sus angostas callejuelas, algunas bien empinadas, te retrotrae a una época medieval que sólo la has vivido en novelas o filmes históricos. Los bajos de algunos edificios lo ocupan galerías de arte, cafetines, y tiendas de souvenirs o artesanoscuyo anacronismo no hiere a los ojos de quien  ve la Ciudad Medieval con la mirada sensible y estética de la historia, porque tales espacios están discretamente adaptados y dan incluso colorido y vida al entorno.

Torre de los Templarios

En lo más alto de la Ciudadela llama poderosamente la atención la Torre de los Templarios. Un edificio erigido en el siglo XII con un sentido militar y religioso, vestigio de los comendadores de los Templarios. Eran éstos quienes gestionaban el gran campo agrícola del valle de Sauvebonne. En su interior, puede accederse a la terraza desde  donde se divisa una bella perspectiva de toda la ciudad y sus frondosos bosques. Clara Rodriguez, una arquiteca española con la que coincidimos en la misma visita, susurra emocionada:“Descubrir estos lugares en la Provenza es un lujo impagable para nuestra profesión”. Actualmente, la Torre de los Templarios se dedica como espacio cultural, exposiciones y conferencias. Siempre hay algo que aprender…

La monumentalidad de Hyères no cabe en un solo artículo: Palacios, bellas fachadas, castillos, casas típicas del siglo XII. Y más modernas como Villa Noailles. Ubicada en lo alto de la ciudad, es un centro de arte que exhibe obra de importantes artistas. Recientemente lo hizo, entre otros,  con las obras y dibujos de Jean Cocteau, uno de los más geniales y polifacéticos artistas, aunque otros lo consideren un verdadero excéntrico. Pero si algún artista no es de tus preferencias, siempre hay otras opciones sobre pintores, músicos, literatos coincidentes en las mismas exposiciones, lo que impide que te arrepientas de la visita.

El archipiélago de Hyères

Tanto la Isla de Porquerolles (la mayor), como la de Port-Cros (reserva de la Biodiversidad) y Le Levant (playa nudista) ofrecen durante todo el año actividades náuticas sobre el mar o subacuáticas. Se pueden visitar las tres, recorriendo sus pueblos, bañándose en sus playas, degustando su gastronomía pesquera, o asistiendo a sus festivales.  Las visitas las gestiona la propia Oficina de Turismo y están a un tiro de piedra: ¡15 minutos de agradable navegación!

Más info: Office Intercommunal de Tourisme Provence Méditerranée. Rotonde du Park Hotel. 16 av. de Belgique -83400 Hiéyes; Tél. + 33 (0) 4 94 01 84 58; www.hyeres-tourisme.com. www.tourismeprovencemediterraee.com
www.franciscogavilan.net