Jessica Lange: “Que cuelguen una foto tuya en las redes sin tu permiso es invasión, por no decir una violación”

La actriz y fotógrafa ha encontrado en su Leica M6 una forma “natural” de relacionarse con el mundo. Se presenta un libro suyo en España.

ENTREVISTA ORIGINAL PUBLICADA EN EL DIARIO EL PAÍS 02.02.2019

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Es la mujer y la intérprete reinventada. Gano dos Oscar a la Mejor actriz por Tootsie (1983) y Blue Sky (1995). Antes, habái debutado con la inolvidable King Kong (1976), por la que también obtuvo su primer Globo de Oro. Y rodado películas míticas como El cartero siempre llama dos veces (1981). Treinta y cinco años de carrera, 33 películas y el inesperado éxito tardío de Constance Langdon, su personaje en la serie American Horror Story (Fox), que la ha convertido en musa de un ejército de jóvenes espectadores, no han conseguido que dejara de un lado la fotografía, una afición que le interesó mucho antes de ser actriz y que, con el paso de los años, la ha transformado en una artista singular.

Con su Leica M6 -regalo de Sam Shepard, su pareja- ha recorrido los EE.UU., Francia, Finlandia –de donde es oriunda-, Italia, Rusia, Etiopía, y, de manera muy especial, Méjico, país al que ha consagrado su serie “Mexican Suites”. Ha expuesto sus trabajos por todo el mundo, España incluida. Precisamente nuestro país lo recorrió en “modo  estudiantil” de la mano de su primer marido, el español Paco Grande, fotógrafo y profesor de la Universidad de Minnesota donde la actriz cursó Bellas Artes. Hoy, cuando Netflix todavía no ha puesto fecha a su próximo proyecto, su participación en una nueva comedio musical de Ryan Murphy titulada The Politician, ,se presta a hablarnos de este pasión artística. El mismo mes que se presentaen Madrid su libro Jessica Lange. Unseen (Silvana Editorial y diChroma Photography), y mientras trabaja en el proyecto Higway61, en el que evoca el lirismo que Bob Dylan aportó a su vida. independiente, libre, hermosa y empática con los problemas sociales, se presta con su perfecta dicción a descubrirnos su otra gran pasión.

Su primera exposición en Francia, L´Infime, fue en octubre en L´Isle sur la Sorgue, en la Provenza francesa. ¿Por qué?

Me encanta la Provenza. He viajado en varias ocasiones allí. Hay algo muy especial, una luz y entiendo muy bien a los pintores que se afincaron allí, en esta zona por esta razón.

Según ha manifestado, lo que más le gusta de la fotografía es el anonimato. Capturar imágenes sin ser vista. ¿Se considera como una espíade mirada profunda? ¿Ocultarse es la mejor forma de atrapar instantes auténticos de la gente común?

Me gusta pasar desapercibida, me gusta no ser yo la protagonista y así fundirme en la realidad, solamente ser una más; es así como puedo entrar en la realidad, y me puedo acercar a la gente que quiero fotografiar. Fotografiar me permite tener una relación al mundo.

Cuando toma su Leica M6 dispuesta a dispararla ¿Qué persigue? ¿Qué busca? ¿Espera a que se le presente en cualquier momento lo que en psicología se denomina un insight(visión)?

No, no busco nada. Estoy presente, abierta para mirar. No soy una fotoperiodista,sino alguien paciente, que espera a que surja algo..

Usted suele calificar el proceso fotográfico de “misterioso”. ¿Explicaría su punto de vista?

Cuando digo que el proceso es “misterioso” hago referencia al propio proceso, a la espera, a la latencia del procedimiento, de tomar una imagen y que ella haga su propio camino. No estamos en la inmediatez de la fotografía digital. Hay una maduración, hay una lentitud, algo venerable que hemos perdido hoy en día cuando todo tiene que ir más rápido cada vez.Hoy en día, creo que hemos perdido esta dimensión de misterio.

La luz en sus fotografías es un factor importante. Muchas de sus obras destacan por un juego contrapuesto de sombras y luces que añaden intriga o dramatismo al momento captado. ¿Cómo le condiciona?

La luz, es lo que me enseñó 35 años de cine. La protagonista de mis fotografías y la razón por la que para mí es suficiente fotografiar en blanco y negro.

Sam Shepard le regaló la Leica con la que trabaja. ¿Intuyó que acabaría exponiendo?

No. Surgió así, y el fenómeno se encadenó. Todoe mpezó por un libro, luego llegaron las exposiciones, y estoy encantada de compartirlo con el público.

Ha confesado admirar el trabajo de fotógrafos como Robert Frank. ¿Ha recibido alguna influencia de ellos?

Una influencia notable fue la de Robert Frank, que además tuve la suerte de conocer. Me siento muy identificada también con la obra de Manuel Álvarez Bravo, Josef Kopudelka o Pentti Samallahthi.

¿Y cómo explica su actitud negativa a ser fotografiada?

No me gusta ser fotografiada sin mi permiso, que es un matiz muy importante. Hoy en día nadie respeta este protocolo, y menos con la facilidad que dan los móviles. Nada más hechas las fotos, están inmediatamente en las redes, donde cogen proporciones virales incontrolables. Es una invasión, para no emplear una palabra más drástica como violación. Veo una ausencia de respeto y valores en nuestra sociedad.

¿Podría contarnos cómo conoció a su primer marido, el español Paco Grande? ¿Hablarnos de sus viajes por España?

Paco fue mi profesor de fotografía en la Universidad. Así le conocí. Mi primera intención era ser pintora, pero no recuerdo por qué razón no pude acceder a esta asignatura, así se modifican los destinos. Él es de Asturias, y viajamos desde allí, hasta el sur de España en 1967-68, antes de irnos a instalar en Paris, justo en pleno mayo 1968. 

¿Cuál cree que es su función como actriz? ¿Enviar algún mensaje a la sociedad? ¿Proporcionar entretenimiento?

Una actriz encarna un personaje, que lo habita, cuenta una historia. Pero es la historia la que comporta un mensaje.

 ¿Cree que el movimiento /=Me Too seguirá afianzándose o puede ser frenado por otros movimientos reaccionarios en el campo de la política conservadora?

MeToo está en gestación desde hace décadas, por no decir siglos. MeTooes una forma de reivindicación, un brazo más de un movimiento tentacular que abarca con fuerza a toda la sociedad contemporánea, porque hoy los fenómenos tienen más alcance. Pero para enderezar la situación hace falta mucha potencia y tiempo. Probablemente, hasta dentro de algunas generaciones que se podrá percibir la evolución. Vivimos tiempos convulsos en lo que todo se agita y nada permanece. Hay que seguir luchando, con tenacidad y constancia.

¿Cuál es el motor que hace que usted siga implicada, con firmeza, en su actividad cinematográfica y televisiva cuando muchas otras actrices se lamentan de que, a partir de la mediana edad, escasean los papeles para ellas?

Para mí ser actriz es una manera de vivir, y aunque he decidido espaciar mis papeles, y trabajar menos para dedicar más tiempo a mi familia y a mis trabajos, continuo rodando de vez en cuando. Hay papeles en el cine y en la televisión para todas lasa edades. La cuestión es sentirlos afines.

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Fotos: diChroma-photography