Cada vez son más personas las que deciden celebrar la noche del 31 de octubre, víspera de todos los santos, como una auténtica fiesta de terror y eligen destinos donde pasar miedo. Se acerca Halloween y para los amantes de leyendas terroríficas les proponemos una escapada a la cuna del Conde Drácula.
Desde Junio de 2023 opera el nuevo aeropuerto de Brasov-Ghimbav con vuelos directos desde Madrid, Valencia y Barcelona, lo que nos permite en pocas horas ubicarnos a menos de 30 Kilómetros de nuestro destino, la localidad de Bran.
Ubicado en la comuna de Fundata, la mayoría de sus habitantes viven de los beneficios que les reporta el turismo con la hostelería y la venta de toda clase de productos locales y de mechandising entorno a su personaje de ficción más famoso.
El Conde Drácula, personaje literario de las historias de Bram Stoker, nos acerca a la verdadera historia del mito Vlad Dracul.
El castillo de Bran, de titularidad privada y cuya explotación es un acuerdo para la promoción de la zona como atractivo de miles de turistas y curiosos cada año, es actualmente propiedad de Domingo de Habsburgo, archiduque de Austria –Toscana y descendiente legal de la princesa Ileana. El castillo fue expropiado por el estado en 1948 y posteriormente devuelto a los descendientes de la reina María de Rumanía, quien lo recibió en 1920 en agradecimiento por sus esfuerzos de unir a Rumanía. Actualmente, es un museo en el que podemos observar las diferentes salas y habitaciones con obras de arte, vestuario, fotografías, recuerdos personales y las reformas que llevó a cabo la reina para adaptarlo como residencia de verano a las comodidades de esa época.
Lo más curioso del edificio, es sin duda la escalera secreta que fue descubierta en la reforma que realizó la reina María, y que nos permite acceder a los espacios superiores por un angosto espacio. Podemos disfrutar de las terrazas superiores y recorrer las estancias privadas de sus moradores con el mobiliario y la decoración de una reina que hizo famoso su propio estilo.
El Mito de Vlad Tepes, un sanguinario convertido en Drácula
La fortaleza construida en el pueblo de Bran entre 1377 y 1388 en lo alto de una colina , fue un elemento clave en la defensa del Imperio Otomano y jugó un papel militar estratégico hasta mediados del Siglo XVII. Las similitudes de que el príncipe sanguinario Vlad Draculea (1430-1477) inspiró el personaje del conde Drácula ayuda a promocionar el castillo como destino turístico.
La leyenda sobre la crueldad en el S. XV del príncipe Vlad Tepes, traducido como Vlad ¨El Empalador¨ , conocido y temido por su crueldad y afición a la tortura y por su afición a beber sangre durante las comidas, inspiró la obra literaria del autor irlandés Stoker, concretándolo en el personaje vampírico del Conde Drácula. Se calcula que el príncipe de Valaquia, en apenas siete años de gobierno, ejecutó a 100.000 personas, en la mayoría empleando técnicas de empalamiento. Cuentan las crónicas de la época que su forma de prolongar la agonía y utilizar los cuerpos como terrorífica advertencia, quedó demostrada en el Bosque de los Empalados, lugar en el que fueron talados todos los árboles para empalar a más de 20.000 prisioneros.
Sin duda, todo un experto en el arte de gobernar mediante el terror a fin de asegurar su autoridad ante súbditos y posibles enemigos, en su constante lucha por la supervivencia y por el poder.
No hay pruebas de que Vlad II Draculea viviera en el castillo de Bran, pero los historiadores creen que fue retenido a la fuerza durante dos meses en 1462.
Los acontecimientos históricos, la leyenda y la popularidad de la obra literaria cuya similitud con la descripción arquitectónica, convierten este castillo en un referente para los amantes del género de terror que pueden disfrutar en las salas superiores de recreaciones, fotografías y videos que nos cuentan los mitos y leyendas de los hombres lobo, las transformaciones de los vampiros y las existencia de las Iele ¨Hadas del bosque¨, criaturas sobrenaturales femeninas de la mitología rumana que aparecen volando a medianoche en el bosque cantando y bailando, y cuyo descubrimiento puede tener para nosotros graves consecuencias físicas y mentales.
Los conjuros, las hierbas sanadoras, las pócimas y los venenos se preparan en otra sala con la recreación de brujas y hechiceros tan solicitados en la época.
Durante la celebración de Halloween se incrementan las visitas al castillo e incluso son muchos los que participan cada año en un conocido concurso cuyo premio es pernoctar en él. La pregunta es si seríamos capaces de conciliar el sueño en este castillo del terror.