La región de Jiangsu presenta sus 9 jardines Patrimonio de la Humanidad
El arte de la jardinería tiene, para los chinos, la misma consideración sagrada que la escritura o la poesía. El jardín es, a la vez, parte de su hogar y lugar de recreo, un lugar “mágico”, un cosmos en miniatura en el que se procura recrear la imagen de una naturaleza ideal. Los jardines son joyas resplandecientes del patrimonio cultural de la humanidad que condensan las manifestaciones del arte y la sabiduría, llevan consigo la búsqueda de una vida hermosa. Hay ejemplos sutiles en todo el mundo. El Palacio de Versalles en Francia, el Jardín de las Colinas en Inglaterra, el Palacio Real de Aranjuez o La Granja en España y, por supuesto, también el Palacio de Verano o el Jardín del Administrador Humilde en China… cada jardín es como un museo que muestra los valores estéticos únicos y la excepcional sabiduría humanista de diferentes países y culturas. Reflejan la búsqueda común de la armonía entre el ser humano y la naturaleza.
China es uno de los países con los orígenes más antiguos en el arte de los jardines en el mundo. Los jardines clásicos de Jiangsu, al sur del río Yangtsé son muy apreciados por su diversidad y su diseño meticuloso, estilo delicado y un enfoque profundo en la expresión artística. En particular, los jardines clásicos de Suzhou, capital de la provincia de Jiangsu, al norte de Shanghái, son un destacado ejemplo que combina la belleza natural, la arquitectura, la pintura y las artes literarias en una unidad orgánica. Estos jardines son un ejemplo sobresaliente del arte de los jardines en China y han sido incluidos en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Exposición en Madrid
Para mostrar lo que la cultura y la jardinería de la región de Jiangsu ofrece, desde el pasado día 30 de noviembre y hasta el 10 de enero de 2024, la Sala de exposiciones del Centro Cultural de China en Madrid (calle General Pardiñas, 73) muestra la exposición, con entrada libre, “El Jardín Chino, Paisajismo y Cotidianidad en el Sur del Río Yangtsé”, evento, presentado por Esperanza Liu, fue organizado por el Departamento de Cultura y Turismo de la provincia de Jiangsu y el Centro Cultural Chino en Madrid, con el apoyo de la Embajada de China en España y la Oficina de Turismo de China en Madrid.
La belleza de los jardines en Jiangnan fue glosada vívidamente por Yang Zhichun, director del Departamento de Cultura y Turismo de la provincia de Jiangsu, destacando que “los jardines en Jiangnan son un ejemplo de la excelente cultura china y reflejo de sus hermosos paisajes y también son un símbolo de la buena vida de las personas”. Recordó que Jiangsu tiene nueve jardines incluidos en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
El Ministro Consejero de la Embajada de China en España, He Yong, expresó que “el turismo en Jiangsu es un microcosmos del desarrollo de la industria turística china”. Confía en que a través de una serie de las actividades del Año Cultural y Turístico China-España, se crearán más oportunidades de comunicarse y aprender mutuamente entre personas de las áreas de cultura y turismo de ambos países.
Por parte española estuvo presente el director de la Oficina de Turismo del Ayuntamiento de Madrid, Héctor Coronel, quien dio la bienvenida a Jiangsu y expresó que «si algo hace única a Madrid es nuestro peculiar estilo de vida, nuestro carácter abierto y amable y las ganas de disfrutar de todo lo que la ciudad ofrece. Nos diferenciamos por lo que nos hace únicos que es, precisamente, nuestra manera de vivir, nuestra capacidad de acogida, nuestro carácter desenfadado y divertido, y las infinitas cosas que se pueden hacer aquí. Porque, como dice nuestro lema turístico: “si la vida fuera una ciudad sería Madrid.”
La anfitriona del acto, Yang Changqing, directora del Centro Cultural Chino de Madrid, expresó el gran honor de la coincidencia de esta exposición coincidiendo con el décimo aniversario del Centro, y “poder colaborar con el Departamento de Cultura y Turismo de Jiangsu para lanzar esta exposición, presentando así los ricos recursos turísticos y culturales de Jiangsu a España”.
Tras la presentación de un documental titulado «El encuentro más hermoso con 7 horas de diferencia» con experiencias entre un joven chino y una española que muestran la belleza de la provincia las autoridades mencionadas y la representante de la Organización Mundial del Turismo, Eunji Tae, siguieron una tradición china y dejaron su huella en el rollo de seda de pintura, marcando el comienzo de la exposición.
Luego, autoridades, invitados y una veintena de periodistas que asistieron al acto, pudieron contemplar la exposición y apreciar el ingenioso diseño de paisajes en capas, la pintura de abanicos, los espacios reales y sensibles para recoger flores, leer libros y jugar una especie de ajedrez chino con bolas de dos colores, degustar el fragante té verde, disfrutar de la música Kunqu, y de una breve muestra de ópera china, con dos intérpretes ataviados y maquillados al estilo tradicional. También pudieron disfrutar de la gastronomía china y española.
Invitación a conocer Jiangnsu
Conociendo una mínima parte de lo que Jiangnsu ofrece, nace el deseo de conocerla más a fondo. La provincia de Jiangsu es uno de los destinos más interesantes de China, aún relativamente desconocido. Esta provincia además de una historia milenaria, ofrece también la visión de una China pujante, con grandes contrastes en sus ciudades en las que los rascacielos se elevan majestuosos tras cuidados barrios de casas antiguas y grandiosos jardines.
Lo primero que uno descubre es que Suzhou es singular, con una historia que se remonta hace más de 2.500 años y que encumbró esta ciudad de canales como importante centro político, industrial y comercial. Y es que además de su singular belleza, Suzhou fue un notable paso de la Ruta de la Seda, tanto la terrestre como la marítima y por ello todavía se mantienen ciertos negocios tradicionales vinculados al gremio textil. Suzhou ha sabido armonizar su significativo desarrollo económico con su reputación de Ciudad de los Jardines, ciudad acuática, ciudad de los canales, bañada por el Gran Canal.
La historia de la provincia de Jiangsu corre paralela al Gran Canal, construido para que las riquezas agrícolas y naturales de la región pudieran llegar a la gran capital imperial: Beijing. La parte que recorre su territorio tiene 690 kilómetros de largo, lo cual ha hecho de Jiangsu la provincia donde se encuentran el curso del Gran Canal más extenso y los patrimonios del canal más numerosos conservados en la mejor condición. En la provincia de Jiangsu, justo en el delta del Yangtsé, el rey He Lü levantó Suzhou en el 514 a.C. Desde entonces, el pueblo chino ha intentado dominar las desafiantes corrientes de agua y ponerlas a su servicio. El resultado es una de las poblaciones más bellas de Asia. Así se descubren ciudades y pueblos bañados por aguas tranquilas, preciosos lagos, innumerables jardines milenarios, que configuran un paisaje perfecto para explorar con calma, descubriendo la historia y la vida de un país tan grande como sorprendente.
El agua, protagonista
Porque, en efecto, el agua es el símbolo más dinámico de la región que ha hecho que la provincia prospere gracias a su relación con el agua, ya que es la única región de China que posee ríos, lagos, mares y océanos. El agua es el alma de los jardines de Jiangnan que son Patrimonio de la Humanidad. Con sus mil caras, el agua pinta la belleza de estos jardines y refleja la filosofía de “imitar a la naturaleza” y “la unión del cielo y el hombre”. Viviendo en armonía con el agua y haciendo amigos con los bosques y las colinas, la vida se condensa en estos jardines, donde cada rincón oculta un paisaje hermoso, invitando a la contemplación y al disfrute de la verdadera belleza. En su época de mayor esplendor Suzhou llegó a tener 400 jardines rodeados por canales y canalillos.
Aunque todos son muy hermosos y muy distintos, por ejemplo el Jardín del León (Lín Yuán), el Jardín del Retiro de la pareja (?u Yuán), si hubiera que quedarse con uno sería el que lleva el curioso nombre de (ya se sabe el gusto de los chinos por bautizar a palacios, jardines y cosas con nombres sugerentes) Jardín del Administrador Humilde (Zhu?zhèng Yuán) que es uno de los cuatro jardines clásicos más importantes de China. Situado en la esquina noreste de Suzhou, fue construido a partir de 1509 por el antiguo censor imperial –Wang Xianchen de la dinastía Ming, que fue un destacado funcionario que se sirvió de esta solemne residencia como retiro, donde se encargaba de cuidar el vergel y vender verduras–. Desde entonces, el jardín ha cambiado de manos y ha sido reconstruido varias veces. Reparado y ampliado a principios del siglo XX, el jardín es ahora una reliquia cultural clave bajo la protección del Estado.
Una zona escarpada con colinas, arroyos y bosques de bambú rodea el área central protagonizada por el gran lago, alrededor del cual se disponen pabellones y salones; y la parte occidental, que acoge los edificios más sensacionales del complejo –otra vez los bellos nombres chinos–: el salón de las Dieciocho Camelias y el Salón de los Treinta y Seis Patos Mandarines. Cultura, naturaleza y arte se dan la mano en esta majestuosa construcción conceptos que pueden aplicarse al recorrido entero por la provincia de Jiangnsu y su capital Nankín.