MOSCU ASOMBROSA (I)

Con  concierto para piano nº1 de Tchaikovsky sonando en mi cabeza, comienzo a descubrir Moscú paseando por la calle Tverskaya, donde en alguna casa de estilo clásico, tal vez, León Tolstoi debió imaginar la casa de Anna Karenina. Fue durante el siglo XIX cuando, el  declive económico de la aristocracia rusa ( entre otras cosas por la abolición de la servidumbre en 1861), hizo que fueran los mercaderes y los industriales impulsaran el desarrollo de la ciudad con la construcción de esas mansiones que ahora podemos admirar.

Nuestra Anna, nuestra maravillosa guía, nos cuenta como en 1935, Stalin decidió trasladar algunos edificios de esta calle,  para ampliarla y unificarla en altura y en estilo, para hacer más espectaculares los  futuros desfiles que deberían atravesarla hasta llegar al kremlin. El traslado lo hicieron ¡con los inquilinos de los edificios dentro!. Uno de los edificios que se salvó fue el antiguo Club Inglés, hoy Museo de la revolución, que León Tolstoi describió como la casa de Pierre Bezújov en su novela “Guerra y Paz“.

La calle Tverskayaes la calle principal de Moscú, donde se sitúan las mejores y más caras tiendas de Rusia y donde, en la actualidad, el programa “Moscú para peatones” quiere ampliar sus aceras y motivar a que la gente utilice el transporte público para llegar al centro. Embellecen la calle esculturas como el monumento al príncipe Yuri Dolgoruki, Brazo largo”, fundador de Moscú, y el monumento al  poeta romántico Pushkin,  a quien se le considera fundador de la literatura rusa moderna y es uno de los lugares más visitados de Moscú, pues dice la leyenda que «si los enamorados se besan cuando el sol ilumina el monumento, tendrán una buena vida!.

Antes de llegar al Kremlin nos encontramos con el Hotel National, Primera casa de los Soviets, con su interior “Art Noveau” y con el Hotel Metropol (la segunda) cuya fachada principal está adornada con el precioso mosaico de Mijaíl Vrúbel “La Princesa de los Sueños”. En el interior, mezcla de estilo dieciochesco y neoclásico, nos sorprendió una representación del intenso y trágico amor entre la bailarina Isadora Duncan y el Poeta Seguéi Yesenin,el poeta campesino”. Frente al hotel, en la Plaza Teatral, se encuentra el Teatro Bolshoi, “grande”, cuyo origen remonta a 1773, en un orfanato de Moscú donde se daban clases de danza e. imagino bailando a la “Pávlova” y a “Nijinsky”  el “Romeo y Julieta”  de  Prokófiev.

Sin darme cuenta, me encuentro frente a las puertas de «La Plaza roja», que no hace referencia al comunismo, pues significa «bonita, importante, sagrada». Inmensa y en su interior la “Catedral de San Basilio” y  el Kremlin, ambos Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.

La  “Catedral de San Basilio, cuyo nombre comprleto es “Catedral de la Intersección de la Virgen junto al foso” (1555-61), fue construida por Ivan el Terrible conmemorando la vitoria frente al kanato de Kazán.  El Zar Teodoro I de Rusia mando agregar una nueva capilla sobre la tumba de San Basilio “el Bendito” y, desde entonces, se la empezó a llamar popularmente “Catedral de San Basilio”. Basilio, era un hombre que vivía de la caridad y que se creía que hacia milagros, pero, además, era la única persona a quien Iván “el Temible”, (no” terrible”  como erróneamente se ha venido traduciendo), a su vez temía, pues predijo la muerte del hijo de Iván con sus propias manos. Sus diez llamativas y coloridas cúpulas en forma de turbantes tártaros, son muy útiles para evitar  la acumulación de nieve durante el intenso invierno ruso y, corresponden a las diez capillas, diferentes todas ellas y con vivos colores casi infantiles; en esa  disparidad encontramos una unidad.

Frente a la Catedral se erige el primer monumento civil en agradecimiento a Minim y Pozharsky, los líderes de la sublevación del pueblo contra los invasores lituanos y polacos. En un extremo de la Plaza se encuentra el Museo Histórico del Estado y a su lado el Mausoleo de Lenin donde se encuentra la urna de cristal con los restos momificados de Lenin, padre del Comunismo. Sentí pena, la voluntad de Lenin era ser enterrado junto a su madre y no ser un símbolo o un experimento con fecha de caducidad. En los muros, se encuentran también las tumbas y nichos de figuras como Stalin, Gorki o Gagarin entre otros.

Frente al mausoleo, los bellísimos y lujosos almacenes GUM con sus tres pisos repletos de tiendas, coronados por bóvedas de  cristal, que hacen que el “ir de compras” sea una experiencia inolvidable.