Un caos en perfecto orden; El Cairo

Deseo invitarle a que explore uno de los territorios más fascinantes, atrayentes y misteriosos del planeta. Es un viaje obligatorio, por lo menos una vez en la vida; para conocer, comprender y gozar de miles de sensaciones encontradas. Para paladearlo adecuadamente y no agobiarse, lo primero que debe hacer es desabrochar su mente. No intente compararlo, no pretenda cambiar nada, disfrútelo tal como es y sea respetuoso con sus costumbres. El tiempo se va a ralentizar, el día y la noche son lo mismo. Sea cómplice y déjese llevar. Va a encontrarse con otra cultura sabia y milenaria.

Con estas premisas, realizará el mejor viaje de su vida.

Nos vamos a Oriente Próximo, al país con la historia más larga y continua; situado en el extremo noreste de África. La mayor parte de su territorio es un espectacular desierto, solo habitado en torno a los oasis y a la ribera del gran Nilo que ha visto nacer una de las civilizaciones más evolucionadas y enigmáticas, hace ya más de cinco mil años.

Estamos en Egipto el país de los faraones, en su capital que es anárquica, desordenada, seductora, bella, monumental e histórica. Penetramos en un desconcierto sistematizado donde todo funciona adecuadamente de otra manera. El Cairo es la mayor urbe del continente con más de 18 millones de habitantes, es la “ciudad de los mil minaretes”.


Desde el aeropuerto hasta el hotel recorreremos unos 25 km. por una vía rápida, todo es ciudad. Miles de cairotas van y vienen a todas horas, miles de vehículos circulan raudos; la señalización y los semáforos valen de poco, pero todo funciona a toque de claxon. Durante muchos kilómetros recorro en paralelo un cementerio que es la ciudad de los muertos construida por los mamelucos, pero donde viven 500 mil vivos. Es una de las visitas que haremos, se asombrará que no es nada extraño pasear o ir de compras entre las tumbas y mausoleos. Olvidaba decirle; el concepto de la muerte no tiene nada que ver con el nuestro, morir es pasar a una mejor vida. La muerte es otra vida, por lo tanto convivir con los muertos es respirar más vida.

No les había hablado de la seguridad y más en estos tiempos; no es una ciudad más insegura que Madrid o Londres, los turistas somos unos verdaderos anfitriones y cuidan mucho de que nos sintamos a gusto. Sus gentes son muy amables, pero insistentes, déjese llevar y no se resista.

Estamos en la cuna de una de las más importantes culturas de todos los tiempos, una ciudad única donde experimentará el peso de la historia milenaria. Ha recibido muchos apelativos gracias a su esplendor. Gran Cairo, Ciudad de Ciudades, Joya de Oriente, Estrella Rutilante del Islam… Fue fundada por los fatimitas en el año 973, pero es heredera de otras poblaciones mucho más antiguas, como: Heliópolis, Babilonia, El Shama, El Fustat, Al Askar… El Cairo nació como campamento militar en el 641 d. C. y en 969, cuando Egipto fue conquistado por los libios, se comenzó a construir la ciudad amurallada Al Kahira, que significa El Triunfador. En el siglo XII Saladino la proclamó capital de los mamelucos y, en 1517, los turcos otomanos se apoderaron de ella al conquistar Egipto, que consiguió la autonomía en 1769. Pero la independencia no le llegó hasta 1805, aunque en 1882 fue invadida por los británicos que mantuvieron el control sobre el país hasta bien entrado el siglo XX. Finalmente, en 1952 consiguió la plena independencia.

La Ciudadela, construida en 1.177, divide El Cairo antiguo del Nuevo. Esa parte de la ciudad es más moderna y está cruzada de grandes avenidas donde se levantan edificios modernos y calles bien diseñadas que de todos modos son igualmente concurridas de día y de noche.

Para conocer bien El Cairo se necesitan por lo menos dos semanas que no vamos a tener. Hay que complementarlo con otros grandes atractivos del país: el crucero por el Nilo, Alejandría, el Mar Rojo, Luxor, Asuán, Valle de los Reyes… Por ello vayamos al grano y apuntemos las visitas obligadas: el Museo Egipcio de donde saldrá abrumado. Las Pirámides de Giza: Keops, Kefren y Micerinos con casi 5.000 años de historia. El Museo de Arte Islámico, las mezquitas Amr (año 642), Ibn-Tulum (año 868), la de Alabastro (1.830), las iglesias de San Sergio (s. V) y Santa Bárbara (s. IV) ambas en el famoso barrio Copto y el zoco Khan Al-Khalili que es uno de los más grandes del mundo donde enloquecerá y comprará de todo y más. Por supuesto, disfrute de sus típicos cafés y de su peculiar y sabrosa gastronomía.