Los Kiessling, The “Must”

En la década de los 80, después de haber terminado mis estudios en la Universidad de La Laguna, emprendí mi segundo reto laboral. En aquel momento debía tomar una decisión con sensatez para mí futuro y para ello mi dirigí al gran maestro del turismo en Canarias, Juanjo Iglesias, director general del Maritim Hoteles; la instalación hotelera más relevante de la época; y allí me dio la alternativa. Curiosamente todos los días de camino al trabajo pasaba por la puerta del Loro Parque. Unos meses después, me encargaron la difícil tarea de llevar a cinco premios Noveles de Física al Loro Parque: los profesores Chandrasakar, relevante científico hindú con dos Noveles, el doctor Alfuen de Suecia, el profesor Hewish de Gran Bretaña y a los norteamericanos Wilson y Weznber.

Por primera vez, pisé este fabuloso parque; pero lo más notable era que acompañaba a cinco estrellas, de las más brillantes de este planeta. En la puerta nos esperaba el afable Wolfgang Kiessling; a las cinco estrellas se unió una más. En ese momento comencé a admirar a un genio moderno del turismo a escala mundial.

Doce años antes, en 1972, ese joven emprendedor había puesto en marcha un pequeño edén, en mi querida ciudad del Puerto de la Cruz, que contaba con 13.000 m2 exuberantes de vegetación y 150 papagayos, creando el primer show de Loros de Europa. Hoy 51 años después, más de 53 millones de visitantes han disfrutado de este parque, que es el mejor del mundo. Wolfgang siempre cuenta, que, a la hora de elegir este tipo de negocio, su sabio padre le recomendó que usara papagayos ya que viven mucho y comen poco.

Después de aquel día regresé en multitud de ocasiones acompañando a estrellas del cine como Tony Curtis, Luis García Berlanga, cantantes de la talla de María Ostíz, deportistas como el genio yugoslavo del baloncesto mundial Drazen Petrovic y con mi padrino en la política, el ex presidente de mí país, Adolfo Suárez. Desde entonces este gran proyecto que no ha parado de crecer, ha ejercido en mí una gran atracción. En 1992, se amplió a 135.000m2. Durante 1994, se crea la Fundación Loro Parque; hoy en día, una prestigiosa organización internacional que promueve la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible. Expandiendo amplios y prestigiosos programas de investigación en nuestro planeta. Un año después, como aditamento necesario a esta excelsa realidad, este genial empresario, adquiere uno de los buques insignias de la hostelería en Canarias, el Hotel Botánico.

Y acompañando a este gran hombre, hay una mujer aún más grande, este es el caso de su esposa, defensora y apasionada de este gran motor de Tenerife. Sus dos hijos; de tal palo tal astilla, se mantienen fieles a su padre en el mantenimiento de este imperio. Especial empatía me une a su hijo Christoph, trabajador incansable. Hoy ya también le acompañan sus nietos. No me cabe ninguna duda que la familia Kiessling quiere a Tenerife y Tenerife les debe mucho. Loro Parque en la actualidad tiene la mayor colección del mundo de papagayos, junto a ellos habitan: delfines, orcas, leones marinos, gorilas, chimpancés, pingüinos….

Mis sentimientos de cordialidad y admiración han perdurado todos estos años. Sin lugar a duda Loro Parque es una de las joyas más valiosas de Tenerife, que he mostrado, con gran orgullo a todo aquel que ha venido de vista a mí isla. Allá por el año 1994, presidiendo el Iltre. Centro de Iniciativas y Turismo de Santa Cruz de Tenerife, una comisión de trabajo acordó proponer por sus suficientes méritos a esta gran empresa para los Premios Príncipe de Asturias a la excelencia Turística. Para poder confeccionar el complejo expediente tuve que estar en contacto permanente con dos excelentes profesionales cargados de sabiduría y amor a esta isla, a la vez personas de suma confianza; el primero que desgraciadamente ya no está con nosotros, Antonio Caseras, un hombre lleno de humanidad; y la segunda, la perseverante y apasionada Inge Feier. Ese año, llegó a ser finalista y en 1999 consiguió tan prestigiosa distinción. Igualmente, ha recibido la Placa al Mérito Turístico, otorgada por el Ministerio de Comercio y Turismo de España, que también lo ha premiado en varias ocasiones con la “Medalla de Oro al Mérito Turístico”. Los galardones han sido innumerables y totalmente merecidos.

El Loro Parque es uno de los pilares más relevantes de la ciudad decana del turismo en Canarias; para Tenerife es su segundo atractivo, después del Parque Nacional del Teide, una de las visitas obligadas. Es excelencia a todos los niveles; ejemplo de parque temático en muchísimos destinos turísticos. Uno que ha recorrido mundo…, y ha visitado innumerables atracciones turísticas, les puedo asegurar que puede estar entre las más atractivas e interesantes de este planeta. Su sello es, además de su diversidad, la calidad de sus infraestructuras; así como también la seriedad y conciencia medioambiental, en absoluta concordancia con la naturaleza. Por ello, muchas de las instalaciones se encuentran entre las mejores, en cuanto a calidad, innovación tecnológica y profesionalidad de los especialistas. Al respecto, cabe destacar que tiene uno de los mayores delfinarios de Europa y el pingüinario más grande del mundo, en el que se reproduce un trozo del continente Antártico.

Por si todo ello no fuera poco, esta gran familia comenzó en 2002 a perfilar con trazos gruesos un sueño, una ilusión, una fantasía otro admirable proyecto para Tenerife. Se trata hoy del mejor parque acuático del mundo, Siam Park otra joya del ocio internacional.

Detrás de todos los éxitos se encuentra un gran equipo de más de un millar de personas que ha sabido moldear la familia Kiessling durante más de cinco décadas; con el ejemplar propósito de la sensibilización, acerca de la belleza y la importancia de la conservación del medioambiente y de muchas especies, que en la actualidad se encuentran en peligro de extinción. Me siento afortunado porque un día ellos eligieran Tenerife para vivir y hacer sus sueños realidad en esta tierra de fértil y frondosa materia.