La aerolínea low cost, la mayor operadora en España, tomará esta medida drástica en protesta por la subida del 6.5% en las tarifas aeroportuarias prevista para 2026
La compañía aérea Ryanair hará público el próximo miércoles un plan para eliminar cerca de un millón de plazas en sus operaciones en aeropuertos regionales españoles. Esta decisión, presentada como una represalia directa contra la subida de tasas aeroportuarias aprobada por Aena, supone un nuevo capítulo en el pulso entre la aerolínea irlandesa y el gestor aeroportuario estatal.
El consejero delegado de Ryanair, Eddie Wilson, acusó al Gobierno español de «indiferencia» por permitir, en su opinión, que la infraestructura regional «se deteriore y esté infrautilizada». En declaraciones a Europa Press, Wilson aseguró que la compañía se ve obligada a «invertir donde pueda obtener un retorno», desviando su capacidad hacia mercados europeos más competitivos.
El detonante: una subida de tasas récord
El conflicto estalló hace semanas cuando Aena confirmó un incremento del 6.5% en sus tarifas para 2026, llevando el coste por pasajero a 11,03 euros. Ryanair tachó esta medida de «injustificada y perjudicial», argumentando que se trata del nivel más alto en una década y que se produce en un momento de máximos históricos en beneficios y volumen de pasajeros para la empresa pública.
Wilson advirtió que las consecuencias de esta política las sufrirán los ciudadanos de la denominada ‘España vaciada’, que verán mermada su conectividad aérea. «Esto se traducirá en menos pasajeros, menos empleos, menos conexiones y menos oportunidades para el turismo», afirmó.
La raíz del problema: aeropuertos «infrautilizados»
Según la visión de Ryanair, el problema de fondo es la falta de competitividad de numerosos aeropuertos regionales, que la aerolínea asegura que están infrautilizados en un 70%. Wilson fue contundente: «Si los aeropuertos están vacíos, eso significa que el precio es malo. Es tan sencillo como eso». Criticó a Aena por actuar como «un monopolio que ejerce su poder aumentando los precios», en contraste con países como Italia, Suecia o Hungría, donde, según él, se están bajando los costes para atraer tráfico aéreo.
Esta no es la primera medida de ajuste de la compañía. Este mismo verano, Ryanair ya redujo su capacidad en un 18% en siete aeropuertos españoles, lo que supuso la pérdida de 800.000 asientos y el cese de operaciones en Jerez y Valladolid, además de recortes significativos en Vigo, Santiago, Zaragoza, Asturias y Santander.
Una advertencia y una propuesta
La aerolínea deja claro que la capacidad retirada de España no se quedará inactiva, sino que se reubicará en mercados más competitivos. Como solución, Ryanair propone que la gestión de los aeropuertos menos rentables pase a manos de las comunidades autónomas, con el único objetivo de que sean competitivos. «No nos importa quién maneje los aeropuertos, mientras sean competitivos», justificó Wilson.
Mientras Aena ultima el Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA III) para 2027-31, que incluye grandes inversiones en ampliaciones, Ryanair advierte de que estos costes «se pagan con el dinero de las aerolíneas a través de tasas que afectan por 25 años, no con el dinero de Aena».
Con el anuncio formal previsto para el miércoles en Madrid, Ryanair deja la pelota en el tejado del Gobierno español, al que reta a evitar el «declive terminal» de sus aeropuertos regionales o a asumir la pérdida de conectividad e inversión.