Hotel Taoro: el icono que vuelve a abrir sus puertas

En las alturas de la ciudad decana del turismo en Canarias, con vistas al océano Atlántico y al casco antiguo del Puerto de la Cruz, uno de los hoteles más emblemáticos del archipiélago vuelve a despertar. El Hotel Taoro, símbolo del nacimiento del turismo en las Islas, reabre sus puertas el 15 de septiembre de 2025 tras una esperada y cuidada rehabilitación que ha devuelto el esplendor a uno de los edificios más singulares del norte de Tenerife.

La fecha elegida no es casual. Ese mismo día, en 1890, nacía en Inglaterra la escritora Ágatha Christie, una de las más ilustres huéspedes del hotel. Y fue también ese año, el 22 de diciembre, cuando el Taoro acogió a sus primeros visitantes. Una feliz coincidencia que une en el tiempo arquitectura y literatura, historia y memoria, naturaleza y creación.

Un hotel pionero y visionario

El Hotel Taoro fue mucho más que un alojamiento. Fue el primer gran hotel de lujo en Canarias, un proyecto visionario que anticipó la vocación turística del archipiélago antes de que existieran aeropuertos, promociones internacionales o touroperadores.

Su arquitectura, diseñada por el francés Adolphe Coquet, respondía al gusto europeo de la época: elegante pero funcional, abierta al paisaje y rodeada de vegetación. La ubicación elegida —una colina elevada, alejada del bullicio del muelle pero conectada visualmente con el océano— ofrecía el equilibrio perfecto entre aislamiento, clima, belleza y accesibilidad.

El hotel disponía de amplios jardines, terrazas con vistas al Teide y al mar, salones de té, música en vivo, servicio multilingüe y una red de senderos que conectaban con la ciudad y el entorno natural. Todo ello lo convirtió, desde sus primeros años, en un destino en sí mismo.

Un escenario para la élite europea

El Taoro fue referencia del turismo de salud, lujo y clima que atrajo a las élites del norte de Europa en busca de aire puro, descanso y sol de invierno. Por sus habitaciones pasaron miembros de la realeza, políticos, intelectuales y viajeros célebres: Alfonso XIII, Eduardo VIII del Reino Unido, los duques de Kent, el rey Alberto I de Bélgica y el canciller alemán Konrad Adenauer, entre otros.

El hotel se convirtió en el epicentro de una comunidad internacional. A pocos metros, se construyó la iglesia anglicana (1891) y, posteriormente, la biblioteca inglesa (1903), que se mantiene en funcionamiento y continúa siendo punto de encuentro para residentes y visitantes. Todo el conjunto contribuyó a consolidar al Puerto de la Cruz como uno de los primeros destinos turísticos de invierno en Europa, décadas antes del desarrollo masivo del sur de la isla.

La estancia de Ágatha Christie: literatura y paisaje

Entre los huéspedes más recordados del Taoro destaca Ágatha Christie, que en febrero de 1927 encontró en el Puerto de la Cruz un lugar donde sanar las heridas de una etapa personal convulsa. Llegó con su hija Rosalind y su secretaria, huyendo del escrutinio mediático tras su enigmática desaparición y buscando paz y anonimato.

Se alojó en el Taoro, desde donde podía pasear hasta la costa de Martiánez, escribir en los jardines del hotel o sentarse frente al mar. Su estancia le permitió retomar la escritura, culminando relatos que formarían parte de The Mysterious Mr. Quin, como El hombre del mar, ambientado claramente en los paisajes del norte tinerfeño. También trabajó en La misteriosa ruta del tren azul, publicada ese mismo año.

El paso de la escritora está hoy conmemorado con rutas culturales y un festival literario internacional que cada año rinde homenaje a su legado y a su vínculo con la isla.

Del esplendor al silencio… y al renacer

Durante décadas, el Hotel Taoro fue sinónimo de excelencia y referencia indiscutible del turismo europeo en Canarias. Sin embargo, los grandes conflictos del siglo XX —la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial— interrumpieron ese auge. Cambiaron las formas de viajar, surgieron nuevos destinos, y el hotel comenzó a perder protagonismo.

En 1975 cerró sus puertas como hotel, y en 1978 fue transformado en casino, una etapa que mantuvo parte del edificio en uso, pero que no logró conservar su espíritu original. Finalmente, el Taoro cayó en un largo letargo, en el que fue símbolo de lo que fue… y de lo que podría volver a ser.

Una rehabilitación respetuosa y ambiciosa

Ahora, tras años de espera, el hotel vuelve a abrir con un proyecto que ha sabido combinar respeto por la historia y visión de futuro. La restauración ha sido liderada por los arquitectos Virgilio Gutiérrez y Eustaquio Martínez, reconocidos en Canarias por su compromiso con el patrimonio construido, y por el estudio Dishot Insular, perteneciente al Grupo Dishot, encargado del interiorismo y la dotación hotelera.

La intervención ha priorizado la recuperación de elementos originales —balcones, molduras, fachadas, jardines— al tiempo que ha dotado al edificio de instalaciones modernas, eficiencia energética y nuevos espacios comunes para el viajero del siglo XXI.

Hoy, cada rincón del Taoro busca transmitir una sensación de continuidad: el hotel es el mismo, pero ha renacido. Ni réplica ni museo: una nueva vida que respira tradición y modernidad.

Un nuevo capítulo para el Puerto de la Cruz

Con su reapertura el 15 de septiembre de 2025, el Hotel Taoro no solo recupera su actividad. Recupera también su papel como faro turístico, cultural e histórico del Puerto de la Cruz. Vuelve a ocupar el lugar que nunca debió perder: el de símbolo de una forma de viajar, de mirar y de habitar la belleza.

El Taoro no es solo un hotel restaurado. Es una página que se vuelve a escribir sin borrar las anteriores. Es la historia viva de un destino, de una ciudad, y de una isla que supo abrirse al mundo sin perder su esencia.