“Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre”,
parece que le dijo Aixa a su hijo Boabdil cuando lloraba por la pérdida de Granada ante los Reyes Católicos.
Aunque esta frase podría considerarse una “fake news” del siglo XV, la tristeza al abandonar la Alhambra es comprensible.
Descubrir la Alhambra, con sus patios, columnas, azulejos, fuentes y jardines, permite comprender el alto grado de civilización que los árabes aportaron a la Península Ibérica. Aunque muchos monumentos fueron destruidos por la intolerancia, la Alhambra permanece como una joya arquitectónica y cultural.
El escritor Ernest Hemingway lo resumió así:
“Si tuviéramos que visitar una sola ciudad en España, esa debería ser Granada”.
¿Se puede visitar la Alhambra con tranquilidad?
Sí, pero dentro de un orden.
La Alhambra es el monumento más visitado de España, con entradas limitadas por hora. Es necesario reservar con antelación. La entrada a los Palacios Nazaríes tiene hora concreta y se exige presentar el DNI. Afortunadamente, hay margen de 60 minutos para entrar, permitiendo evitar las aglomeraciones. La visita es libre y extensa: hay mucho que ver y disfrutar.
¿Puedo hacerme una foto en el Patio de los Leones?
Sí, se pueden hacer fotos en todo el recinto.
El Patio de los Leones es uno de los lugares más concurridos. Las figuras de los doce leones, posiblemente del siglo XI, provienen de la casa del visir judío Semuel ibn Nagrella y representan las doce tribus de Israel. Las columnas (124 en total) de mármol blanco y estilo nazarí rodean el patio, adornado con una ornamentación calada que filtra la luz de forma delicada.
¿Vale la pena visitar el Palacio de Carlos V?
Sí.
Aunque puede parecer menos impresionante después de los Palacios Nazaríes, merece la pena. Construido por orden de Carlos V para residir cerca de la Alhambra, su diseño renacentista fue iniciado en 1527 por Pedro de Machuca. Su característica principal es el patio circular interior. La construcción fue interrumpida en 1637 y nunca se terminó por completo.
¿Es el Generalife la imagen del paraíso musulmán en la Tierra?
Sí, al menos eso sugiere su nombre: Yannat al-Arif, o “Jardín del Arquitecto (de la Creación)”.
Residencia de verano de los reyes nazaríes, destaca por sus 600 variedades de plantas, acequias, fuentes, terrazas y jardines llenos de jazmín, flor de azahar y trompetas rojas. Su sobriedad exterior contrasta con la delicadeza de su interior. Especial atención merece el Patio de la Acequia y la Escalera del Agua.
¿Por qué el Parador de Granada es el más solicitado de España?
Por su ubicación.
Se encuentra en pleno recinto de la Alhambra, en el antiguo convento franciscano que Isabel la Católica prometió construir. Aunque las habitaciones y servicios son simples, dormir en la Alhambra es una experiencia única. La alta demanda, especialmente de turistas americanos, japoneses e ingleses, lo hace uno de los más caros de la red de Paradores.
¿Dónde está la gente –y algunos turistas– en Granada?
La mejor manera de descubrirlos es pasear desde la Plaza de Isabel la Católica hasta el Albaicín y el Sacromonte.
Desde la Plaza Nueva (la más antigua), se puede subir por la calle Elvira hasta el Albaicín. En el recorrido destacan la iglesia de San Gil y Santa Ana (donde se casó Mariana Pineda), la Real Chancillería, la Casa de los Pisa y otros lugares con historia y encanto.
¿Por qué el mausoleo de Juana la Loca y Felipe el Hermoso es mayor que el de los Reyes Católicos?
Ambos están en la Capilla Real, gótica isabelina, junto a la Catedral.
El mausoleo de los Reyes Católicos fue obra de Domenico Fancelli y el de Juana y Felipe del escultor Bartolomé Ordóñez, quien quiso superar a su maestro. Los sarcófagos reales están en la cripta. La Catedral, construida sobre la antigua Mezquita Mayor, destaca por su girola y la fachada de Alonso Cano.
¿Por qué el Paseo de los Tristes, si está siempre animado?
Se llama así porque por ahí pasaban los cortejos fúnebres al cementerio.
Este paseo es uno de los más bellos de España. Comienza en la Carrera del Darro, junto a la iglesia de San Gil y Santa Ana, y transcurre entre el río y edificios históricos. Los baños árabes de El Bañuelo, el Museo Arqueológico, la Casa de las Chirimías y múltiples terrazas lo convierten en un lugar animado y encantador.
¿Es éste el mirador y la vista que admiró el presidente Clinton?
Los guías dicen que sí, aunque él mencionó otra vista durante su visita en 1997.
Podría haber sido el Mirador de San Cristóbal o cualquier otro en el Albaicín o el Sacromonte. Desde cualquier terraza de estas colinas se contempla la Alhambra en todo su esplendor, especialmente al atardecer. Mucho antes que Clinton, Washington Irving vivió en la Alhambra y escribió sus famosos «Cuentos de la Alhambra», uno de los libros más vendidos en los puestos de recuerdos de la ciudad.