Semanas atrás escribía un artículo en este mismo espacio sobre una nueva oferta alojativa en creciente demanda: las branded residences. Hoy quisiera reflexionar sobre otro modelo de alojamiento que está floreciendo para dar respuesta a los elevados precios y la escasez de viviendas, especialmente en las zonas turísticas. Me refiero al alojamiento flexible o flex living, un modelo que definiremos como «viviendas multifuncionales de alquiler residencial que se adaptan a las necesidades habitacionales del demandante y que se caracterizan por la flexibilidad de los espacios y las estancias requeridas, la variada oferta de servicios complementarios, las experiencias en comunidad y el ahorro de costes».
Las principales características del flex living son:
- Flexibilidad en el arrendamiento o alquiler, al no existir límite de días, aunque están pensadas para estancias con duración media de varias semanas, especialmente orientadas a personas en situación de movilidad temporal por motivos profesionales o a los knowmad.
- Cambio de residencia según demanda, lo que implica que el inquilino puede cambiar su reserva por otra zona o apartamento dentro de la misma reserva.
- Experiencias en comunidad, el inquilino temporal convive con otras personas que por lo general tienen necesidades afines, lo que les permite vivir experiencias comunes.
- Servicios complementarios que aportan un valor extra, como la limpieza, acceso a la tecnología, zonas de uso común, actividades deportivas y lúdicas…
- Ahorro, pues no se someten a los requisitos contractuales de una vivienda en alquiler de larga estancia y son más baratas que las viviendas vacacionales.
Un espacio tipo asociado al flex living sería un apartamento para una o dos personas, que tienen la necesidad de trasladarse a una determinada zona geográfica por motivos profesionales y que precisan de los espacios necesarios y polivalentes para el ejercicio de su actividad, tales como conexión a Internet de calidad, zonas de ocio, zonas comunes para interrelacionarse (sala de TV/cine, barbacoa, sala de juegos, gimnasio, zona de coworking, cafetería…); y dentro de esta amalgama podemos encontrar también la opción de viviendas compartidas.
En la oferta actual, atendiendo a los criterios anteriores y en función de su uso, podemos encontrar espacios de coliving (viviendas con espacios de uso común), cohousing (viviendas de espacio y convivencia compartido) y multiliving (espacios donde se vive y se trabaja en comunidad).
Un buen ejemplo de todo ello queda reflejado en el informe publicado recientemente por JLL, Jones Lang LaSalle, multinacional de servicios inmobiliarios, bajo el título el mercado flex living en España está creciendo con fuerza.